Cuando intentan vender la patria en pedazos
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“Isla Cabra no es un solar baldío a la venta.
Esas leyes no se hicieron para decorar bibliotecas:
se hicieron para impedir precisamente esto:
que una élite convierta nuestras áreas protegidas en clubes privados con nombres en inglés y papeles en paraísos fiscales.”b) Sobre la empresa y la opacidad> “Hoy nos hablan de Bretagne Holding Limited o Britain Holdings Limited.
Hemos estado hurgando
Buscando un historial de estos nombres empresariales en el área turística y no la hemos encontrado.Qué fullería puede haber ahí entre pseudo empresarios y políticos dominicanos?
El tiempo sigue corriendo y es hora de detener este decalabro que el gobierno actual está llevando a cabo sin ningún derecho
Mañana será otro nombre impronunciable.
Pero el libreto es el mismo:
una compañía ‘internacional’ sin rostro claro, sin historial público conocido, que viene a pedirle al Estado la llave de una isla entera…
para convertirla en un negocio privado, mientras al pueblo le dejan apenas la vista desde la orilla.”
c) Sobre la soberanía ambiental
> “El territorio dominicano es inalienable.
No se vende.
No se hipoteca.
No se arrienda al mejor postor disfrazado de ‘ecoturismo’.
Las áreas protegidas no son botín de campaña.
Son el pulmón y la memoria ecológica de la nación.
El que toque Isla Cabra, el que viole la Ley 64-00 y la 202-04, está atentando contra la soberanía ambiental de la República Dominicana.”
Hoy no hablamos solo de una isla.
Hoy hablamos del alma de la República Dominicana.
Hablamos del derecho sagrado de nuestros hijos a heredar un país libre, íntegro, verde y soberano.
Que nadie se equivoque:
la patria no se negocia, la patria no se arrienda, la patria no se esconde en contratos en inglés.
La patria se defiende de pie, con la ley en la mano y la bandera en el corazón.
Que lo oigan en los palacios, en los ministerios y en los salones del dinero:
ni Isla Cabra, ni un palmo más del territorio dominicano pertenece a intereses privados por encima del pueblo.
Porque esta tierra no es herencia de políticos,
es herencia de Duarte, de Sánchez, de Mella
y de cada dominicano que aún cree en Dios, en la Patria y en la Libertad.
Y si alguna vez pretenden robarnos la patria en silencio,
que sepan que el pueblo sabrá hablar en voz alta.
Y cuando el pueblo habla… la historia obedece.

