Una entrevista de Ángel Ruiz-Bazán

1. ¿Cuál considera usted que es el principal desafío que enfrentará la UASD en el período 2026-2030 y cuál será su estrategia para abordarlo desde los primeros 100 días de gestión?

R.- El principal desafío que enfrentará la UASD entre 2026 y 2030 será lograr un equilibrio sostenible entre crecimiento institucional, calidad académica y modernización integral. La universidad continúa expandiéndose, incrementando su matrícula y ampliando su presencia nacional, lo que exige un modelo de gestión más eficiente, dinámico y centrado en resultados. Desde los primeros 100 días, la estrategia consistirá en implementar un plan de reorganización institucional que fortalezca los procesos administrativos, garantice la continuidad de la docencia con calidad y establezca indicadores de evaluación permanente. Se impulsará una auditoría general del estado de la infraestructura, los recursos tecnológicos, los programas académicos y las necesidades de los diferentes recintos. Asimismo, se priorizará el diálogo con la comunidad universitaria para impulsar políticas transparentes que permitan una toma de decisiones responsable y participativa. Desde el inicio, se trabajará para que cada uasdiano sienta que entra en una nueva etapa de gestión eficiente, inclusiva y orientada al desarrollo integral.

2. La UASD es una institución con una enorme carga histórica. ¿Qué significa para usted dirigir la universidad más antigua del Nuevo Mundo?

R.- Dirigir la Universidad Autónoma de Santo Domingo, la institución más antigua del Nuevo Mundo, significa asumir un compromiso histórico que trasciende el rol administrativo para convertirse en un deber moral con la nación. La UASD representa la memoria viva de la educación superior en América, una universidad que ha acompañado todos los procesos democráticos, culturales, sociales y científicos del país. Para mí, su conducción implica honrar el legado de cientos de maestros, personal administrativo y estudiantes que, durante casi cinco siglos, han defendido causas nobles y justas, nuestro país, la autonomía universitaria y el derecho a la educación pública. Representa además la oportunidad de proyectar una UASD moderna que mantenga su espíritu humanista, su compromiso social y su capacidad para transformar vidas. Dirigir esta institución es dirigir un patrimonio histórico, cultural y científico de toda la República Dominicana y de la región.