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Por Paul Maldonado
No obstante, al analizar lo ocurrido el fin de semana, podemos observar que nos adelantamos al ambiente electoral, ya que la supuesta “Marcha del Pueblo” terminó convirtiéndose en una verdadera caravana del pueblo.Durante los períodos habilitados para campañas electorales es común que los partidos convoquen caravanas los fines de semana en distintas provincias, municipios y circunscripciones. En estas caravanas, dirigentes y simpatizantes participan en actividades de marcado carácter proselitista. La música, los bailes, el trago y el pica pollo nunca pueden faltar en una caravana.
Estas caravanas se distinguen también por la presencia de vehículos principalmente jeepetas con sunroof o jeeps, desde los cuales los dirigentes sacan medio cuerpo para saludar y avanzar más rápidamente. También suelen portar banderas del partido, gorras, música alusiva a candidatos y otros elementos identificativos del grupo político convocante.
En ese sentido, al observar lo ocurrido en dicha manifestación, concluimos que la denominada “Caravana del Pueblo”, organizada por Fuerza del Pueblo, constituyó en realidad un acto político realizado fuera de los plazos legales para este tipo de actividades.
Fue político porque se utilizaron los colores del partido (verde); fue político porque hubo banderas, consignas, gorras y música alusiva a esa organización; fue político porque los participantes se desplazaron en formato de caravana, encima del sunroof, y no marchando como correspondería; y fue político porque todo se desarrolló en espacios abiertos y con elementos visibles típicos del proselitismo.
La pregunta clave que surge es: ¿esta actividad promovió propuestas o buscó captar votos?
La respuesta es sí, lo que la convierte en una forma de divulgación y propaganda electoral en favor de un partido de oposición, realizada fuera de los plazos establecidos por la Ley.
Por todo lo anterior, resulta acertada la decisión de la Junta Central Electoral, como órgano responsable de organizar los comicios en la República Dominicana, de intimar formalmente al partido de oposición a abstenerse de realizar este tipo de actividades políticas fuera del calendario electoral. Este llamado se fundamenta en que la actividad excedió el ejercicio neutral de una propuesta ciudadana y se convirtió en un acto de naturaleza política partidaria.
Reiteramos la importancia de que la JCE no solo continúe resguardando la igualdad entre todos los partidos y agrupaciones políticas, sino que, de manera preventiva, pueda asegurar el cumplimiento de la Ley antes de que ocurran violaciones tan evidentes como la acontecida.
Esperamos que ni este ni ningún otro partido intente vulnerar las disposiciones legales establecidas, y que todas las organizaciones políticas actúen en consonancia con el marco legal que rige la materia electoral.
Por Paul Maldonado

