Por Miguel SOLANO

No fue una manifestación cualquiera. Yo, desde 1966, he estado en todas. Ningún partido se había atrevido a desafiar los 4 puntos cardinales de la Plaza de las Banderas. La Fuerza del Pueblo, como Fuente del Pueblo, llenó todos los espacios.

Y en cada rostro pude ver la segura certeza de que la Victoria será en la Primera Vuelta. Con más de 2 millones de votantes duros registrados, la Fuerza del Pueblo, como Fuente del Pueblo, ha pasado a ser la organización política más poderosa y mejor estructurada que tiene la Quisqueya llena de Gracias.

Leonel Fernández estuvo certero en cada punto: Presentó bien las lágrimas de nuestros empresarios amenazados con perder más de mil millones de dólares por el estúpido y absurdo cierre de la frontera. Sin ofender a Haití le hizo saber que los acuerdos hay que respetarlos y bajo la consigna de que, ¡No te entregaremos la soberanía sino la Vida!, les dejó en claro la esperanza de que una represa de doble cabeza daría agua para cada Ser sediento.

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Como proclamado Presidente del PLD les retorné la vida a los votantes morados al explicarles que, ¡Sin Alianza no hay Esperanza! Fuí certero al profetizarles que para octubre de 2023 todo estaría definido. Los votantes ya tienen decidido quién encabezará la boleta ganadora. El León se impuso.

Yo estoy absolutamente seguro de que si Abel Martínez estuviese en el primer lugar, ningún votante de la Fuerza del Pueblo le negaría su derecho a ser el candidato presidencial de la Alianza. Todos los peledeistas, que queremos el triunfo en la Primera Vuelta y que demandamos Alianza Total reconocemos que el León está patentizado en los corazones de los votantes.

Con dos millones de electores registrados no hay campaña sucia que funcione, sobre todo con un candidato lleno de suerte y libre de errores. SOLANO de San Miguel, a los peledeistas ,se lo enseñó con un salmo:

Yo lo proclamé
El PLD lo abrazó en su mundo de ideas:
¡Sin Alianza no hay Esperanza!
Sé que tu mirada sabe hablar mejor
Alianza
mi alma no tiene pesadillas si hacia mí camina tu sonrisa
Alianza
la noche es salva si llegas tú.
Salmo del que espera.

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No es la primera vez que las manos de la corrupción encienden la plateada trenza de la Patria.

Por Miguel SOLANO

La tarea más fácil del mundo es engañar al presidente. El método seguido es sencillo, efectivo y convincente. Sólo se dan tres pasos y en ellos basa la oligarquía su control del Palacio:
1- Se averigua, muy bien, cuáles son los deseos del presidente, sus necesidades más íntimas y sus peores delitos.
2- Se crea una serie de bufones que le repetirán, una y otra vez, “que esos son los deseos del Pueblo, que esas son las necesidades más íntimas del Pueblo y que esos son sus peores delitos”. Así, presidente y pueblo quedan unidos.
3- Apoyados en las técnicas modernas se le mostrarán cuadros y estudios que siempre muestran su posicionamiento como líder único y en crecimiento. Ahora le han sumado el organizar “primarias” donde sólo ejercen el voto los seguidores del líder y unos cuantos rebeldes, financiados por ellos, que legalizan el proceso.

Imagínese usted que Luis Abinader ganó con menos del 15% de los inscriptos en su padrón gubernamental y en toda la propaganda lo convirtieron en el Napoleón de las primarias:

—Yo estoy preocupado por lo ocurrido, dijo el presidente.
— Usted barrio, usted es el único líder,¿quién va a competir contigo? respondió el bufón .

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La diabólica personalidad de estos bufones es que mantienen al presidente drogado 24/7. E impiden que cualquier elemento extraño, con opiniones subversivas, se acerque al mandatario.

A Danilo Medina se lo comieron vivo, tanto que aún sigue drogado, a Hipólito Mejía lo despedazaron y a Joaquín Balaguer, puesto por las criminales botas yanquis en el poder y sin nunca haber podido ganar unas elecciones, le hicieron creer que era sólo él, que era inigualable, que era insuperable. El hombre, para gobernar, acordó que los invasores persiguieran y asesinaran a todo luchador que fuera Honesto e Inteligente. Sólo había que tener esas dos virtudes para ser asesinado. Mas, sin embargo, a Balaguer lo alimentaban con mentiras y él sobrevivió siendo su cómplice.

Ahora a Luis Abinader un bufón le canta y le baila su melodía y el líder pide más:
— ¿Qué pasa con Luis?, le preguntó Dios al bufón.
— Quiere más auditorio, más súbditos, respondió el bufón.
— Bueno, tendré que armar una guerra.
— Eso para ti es fácil, Señor. Sólo tiene que tirar “la manzana de la discordia”.
— Ah… El canal.

A partir de ese momento Dios le mostró la espalda y no el rostro. Y Luis fue llenado de primarias, auditorios y súbditos. Y llegaron los negros a votar por los blancos.

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